El cadáver de un hombre, las cenizas de una desconocida, el asesinato de un extranjero, la desaparición de una niña, la muerte de un político: aquí yace, en medio de esta vida, Miguel Pruneda. En apenas unos días de la existencia de Miguel Pruneda, David Toscana resume la inutilidad del acontecer del hombre: donde nada importa y todo termina en el olvido, y donde todos somos solo para dejar de serlo.