ño 1910. La comarca vizcaína de Las Encartaciones (Enkarterri en euskera) será testigo de dramáticos acontecimientos. Desahuciado y con un pie en la fosa, un antiguo minero decidirá tomarse la justicia por su mano para acabar con la tiranía del dueño de las minas y con las tropelías de sus secuaces, que, paradojas de la vida, son viejos conocidos. Koldo Landaluze (Bilbao, 1965) nos presenta un panorama desolador, una cuenca donde los nacidos en "los días tristes de barrena y trinchera minera" harán lo posible para sobrevivir en un lugar donde hasta respirar es un privilegio controlado por el patrono. De fácil lectura y sin grandes artificios, el autor da a su relato unas pinceladas de western, logrando un resultado muy original.
hace 9 años