Si los más directos destinatarios del curriculum son los alumnos, el profesor es su primer receptor. A través de la modelación de su pensamiento y de su práctica profesional es como un proyecto educativo se hace o no realidad, se enriquece o se deforma. La profesionalidad del docente y la renovación pedagógica son incomprensibles sin una referencia a los códigos que, más o menos implícitamente, dan forma a la práctica escolar. Entre nosotros esas interacciones tienen una dimensión política muy evidente, gracias a los mecanismos de intervención existentes. Lo obra de J. GIMENO SACRISTAN supone una reflexión acerca de cómo los diversos agentes moldeadores del curriculum, no sólo los profesores, se proyectan en la práctica.