Aunque la vida pueda ser una caja de sorpresas, hay ciertas cosas que como lector me resultan rechinantes y que me llegan a sobrepasar. Y es lo que me ha sucedido con esta aceptable novela; en el que el complejo de Edipo se eleva como un globo hinchable descontrolado imposible de sujetar. Mediante una prosa efectista pero no memorable, Clara Usón confluye por dos vías ferroviarias aparentemente distintas, que nos acercan a un mismo punto de destino de resultado predecible. Sin ser mala, tampoco me pareció notable. Consiguió el Premio Biblioteca Breve del año 2009, sin apenas despeinarse.
hace 8 años