En la primavera de 1520, las principales ciudades de Castilla se levantaron contra el joven rey Carlos. El grueso del común ciudadano y campesino, aliado con un sector de las élites urbanas, le plantaba cara al mal gobierno de la corte y a los grandes del reino, que habían acaparado ilegítimamente rentas y poder. La derrota de Villalar, en abril de 1521, no acabó del todo con el sueño comunero: las semillas de aquel rayo insurgente germinarían mucho después en un imaginario histórico que alimentó las luchas democráticas de los siglos XIX y XX.
Desde la relectura minuciosa de las fuentes, Comuneros. El rayo y la semilla ofrece una nueva historia de la revolución de las Comunidades, al tiempo que trata de integrarla en un relato diferente de nuestro pasado colectivo. La historia moderna de España, que empieza convencionalmente en 1492 con conquistas y expulsiones, podría comenzar en 1520 con una promesa de emancipación. Miguel Martínez nos invita a hacer memoria del momento comunero –un pasado vencido que late como posibilidad– en diálogo con las luchas ciudadanas de nuestro presente.