Como novela se ve algo forzada pues consiste en una recopilación de anécdotas, vivencias y homenajes, sin la cohesión necesaria para que la trama resulte mínimamente verosímil. Una pena que sea la tónica habitual con famosos y gente muy mediática. Las editoriales solo miran el nombre y se limitan a publicar el libro sin ninguna labor editorial detrás.
Con un buen editor que hubiera recomendado a Jero un libro de relatos o una crónica sobre los personajes que protagonizan sus páginas, y una buena labor editorial, el libro habría funcionado mucho mejor, sería más creíble y quien sabe si incluso hubiera podido convertirse en un referente del subgénero.
A pesar de sus defectos, es ameno y se lee de una sentada.