De mis primeras lecturas, le guardo mucho cariño a esta novela. Las trastadas de Celia me hacían reír bastante.
hace 5 añosA Celia la han llevado a un colegio interna. ¡Celia era mala! Aquellas travesuras que tanto os han hecho reír y que ella os ha contado en el libro Celia: lo que dice, eran maldades. Ser mala es no adaptarse a las costumbres de los mayores. Y, como habréis observado, nadie se lleva al gato de paseo, ni sube al borriquillo en ascensor, ni suelta la ducha sobre el hermanito vestido, ni se pone a servir cuando tiene criados en casa... Por hacer todo esto y otras muchas inconveniencias más, Celia ha entrado interna en un colegio de monjas que hay en un pueblo cerca de Madrid. Nosotras, sus amigas, hemos prometido ir a verla en ese coche alegre que sale de la Plaza Mayor y corre por la carretera amarilla entre sembrados. ¿Veis aquella casa grande con muchas ventanas? Pues esa casona triste es el colegio, y una de aquellas ventanitas estará sobre la cama de Celia... "Tilín, tilín", hemos llamado. "Ave María Purísima", nos contesta desde dentro una voz gangosa, y nos pregunta a quién queremos ver... -¡ A Celia, a Celia!-gritamos todas sus amigas-. Queremos ver a Celia en el Colegio. Abre la puerta la hermana portera y entramos en la sala de paredes encaladas, donde esperan las visitas y todo el mundo habla en silencio... Un grito... Es Celia, que aparece por la puerta del rincón vestida de colegiala, y que grita al vernos: -¡Cuánto me alegro de que hayáis venido!..." Lectura recomendada entre 9 y 12 años.
De mis primeras lecturas, le guardo mucho cariño a esta novela. Las trastadas de Celia me hacían reír bastante.
hace 5 años