Siempre está inventando y contando historias. Llegó la hora de escribirlas. Los cuentos recogidos en este volumen son los que se inventa Celia durante varias tardes de verano a petición de un grupo de niñas impacientes por oír historias nuevas. Los cuentos que Celia cuenta a las niñas salen de la cabeza de una Celia adulta unas veces «despacito, dando tiempo con una aventura a que se me ocurra otra» y otras «a trompicones». Y son siempre originales y emotivos, repletos de humor inteligente. El valor que estos cuentos tienen para el público infantil, radica, según Elena Fortún, creadora de Celia, en el poder de proporcionarle experiencias ajenas capaces de ayudarle a orientar su futuro comportamiento. Tanto para Fortún como para Celia los cuentos tienen la maravillosa virtud de enseñarnos «el arte de vivir». En su mayoría fueron primero publicados en la revista Crónica entre 1931 y 1938, y todos ellos contienen, como bien indica Cristina Cerezales Laforet en el prólogo de esta edición, un tesoro escondido a la espera de ser rescatado por los pequeños lectores.