Rumanía, plena década de los 60: la modernidad llega con cuentagotas a la balcánica República Socialista, pero el niño Mircea recrea un universo imaginario ultramoderno en torno a las visiones que imagina desde la ventana de su habitación, en su Bucarest natal: una extraña mezcla de autobiografía onírica y de saga familiar «edípica» un mixto de mundos soñados que, en palabras del crítico Andrei Codrescu, «tiene su lugar reservado junto a la obra de Proust, Kafka, Borges y Cortázar». Mircea Cartarescu (candidato al Premio Nobel desde hace años) ha sido saludado por la crítica internacional como uno de los autores rumanos contemporáneos más importantes.