Bajo el título “Las bellas extranjeras” se incluyen tres relatos de Mircea Cartarescu. En el primero de ellos, “Ántrax”, el narrador recibe una carta de la que desconfía y que desencadenará una historia rocambolesca. “Las bellas extranjeras”, que da título al libro, más que un relato yo la considero una novela breve, por su extensión (150 páginas). En ella describe su experiencia en Francia cuando fue invitado, junto a otros once autores rumanos, en noviembre de 2004, a una estancia literaria. El peregrinaje por tierras francesas es hilarante, plagado de recuerdos, anécdotas y elucubraciones a cuál más divertida. El tercer relato, “El viaje del hambre”, tiene el mismo estilo humorístico que el anterior, y es incluso más grotesca la situación desesperada a la que llega el protagonista, joven poeta invitado a un peculiar encuentro literario.
Los tres relatos están narrados en primera persona, con un estilo desenfadado e irónico, y tienen un fuerte componente autobiográfico. El mismo autor escribe en la introducción que las tres historias nacen de situaciones y personajes reales pero que son una obra de ficción, que ha adornado los hechos, los ha “derivado sutilmente hacia lo cómico, lo burlesco, a veces incluso lo grotesco”. Y en mi opinión lo ha logrado, porque me ha parecido una lectura muy ingeniosa y amena. También contiene muchas referencias para mí desconocidas, sobre todo a autores y a la cultura rumana; y no deja escapar la oportunidad de criticar sutilmente los temas que le molestan, como la lenta burocracia, el periodismo sensacionalista o la autosuficiencia europea ante los vecinos del Este.
Es el primer libro que leo de Cartarescu y me ha gustado, estoy deseando leer otras de sus obras.