Crecí leyendo Mafalda y perdí todos los ejemplares; pero nunca olvidé cada tira. Los aprendí, los recuerdo apenas veo el primer cuadro.Un día volví a conseguir los ejemplares y al ver el primer cuadro me permite recordar el resto. Nunca pierde vigencia, ese retrato que hace de la sociedad.
hace 7 años
0
0