Rodrigo Montalvo es el colmo de la placidez. Sus hijos, su mujer y su gato le quieren con locura. Trabaja, con muchísima moderación, en la empresa de su padre y vive en un gigantesco chalet. Y, además, es un hombre feliz. O al menos, eso ha creído siempre.Hasta que un buen día un psiquiatra, cuñado...