Julia es una joven escritora de éxito y posición acomodada que encarna el nihilismo, el ateísmo y la apatía existencial de la sociedad occidental moderna. La madrugada del 8 de noviembre del 2002 recibe una llamada de teléfono. Et in Arcadia ego, son las palabras que escucha al otro lado. Julia presiente que existe una relación entre esas palabras y la muerte de Gloria, una niña asesinada hace dos años por su madre. Al día siguiente inicia una investigación que la lleva hasta Daniel, hermano de Gloria, un joven de dieciséis años por el que se siente atraída desde el primer momento. Daniel, que es actor y una incipiente estrella de rock, posee una belleza salvaje y un atractivo sexual imposible de ignorar. El deseo de Julia de abandonar su mediocre existencia será puesto a prueba por la filosofía pagana y vital que Daniel posee. Arcadia se concentra en el momento brillante pero también sobrecogedor de la vida de una mujer, en el que sus creencias son sacudidas y el espectro de sus percepciones estimuladas hasta que su mirada enfoca una realidad que jamás imaginó que existiera.