Dura historia desarrollada en África, donde se muestran las penalidades por las que tienen que pasar en este continente u grupo de niños y sus maestras. Hay que valorar más lo que por suerte tenemos.

Esta novela tiene dos vertientes: Por un lado sigue el estilo de las novelas de aventuras, con momentos emocionantes, donde lo que más sorprende es un fabuloso conocimiento tanto del entorno y el paisaje por donde se mueven los protagonistas, como de las diferentes culturas que pueblan esos lugares. El autor tinerfeño ha vivido muchos años en África y se nota que trata con cariño cada descripción del ambiente que nos pone por delante, desde la jungla a la sabana, pasando por los prácticamente inexplorados territorios cercanos al nacimiento del Nilo. Por otro lado encontramos una llamada de atención a las múltiples desgracias que asolan este inmenso y bello continente: guerras fratricidas, hambre, desnutrición, ONGs desbordadas, minas antipersona, enfermedades incurables… desgracias que este involuntario grupo de aventureros irá encontrando, mermando a cada paso la esperanza por llegar a un final feliz. Son momentos angustiosos que el autor sabe abordar con una adecuada narración, sin intención de profundizar aún más en la herida que ya de por sí nos deja el relato que estamos leyendo y, a su vez, con una gran comprensión del alma y el dolor humano, con sus dudas y sus contradicciones. Se trata, a mi opinión, de una extraordinaria novela, escrita con conocimiento y corazón por un narrador excelente, que recomiendo encarecidamente; respecto a la cual doy solamente una advertencia: que se ha de leer con un paquete de pañuelos en la mano porque en esta historia no solo África llora, sino el lector con ella.

Un libro que me ha llevado por un Africa desconocido por mí, con un final que me ha echo llorar. Altamente recomendable.

Es uno de los pocos libros que me han emocionado hasta lo más profundo. Una historia dura, tristísima y lamentablemente tan real... Magníficamente escrito. No te deja indiferente. Uno de los mejores de este autor.

Acabo de terminar de leer el libro y de reconciliarme al 100% con mi admirado y querido AVF después de "Garoé". Libro desgarrador, que te hace sufrir, que te llega al corazón, que te hace ver o recordar cosas que tan fácilmente se olvidan y que sin embargo siempre deberíamos tener presentes. Tal la prosa de Vázquez Figueroa no sea perfecta ni sublime, pero sabe llegar al corazón, por lo menos al mío, y sabe atraparme como pocos lo consiguen.

me ha gustado mucho, es un libro muy emotivo, es la historia de unos muchachos y su maestra y lo que tienen que pasar... precioso...