Es la primera vez que leo algo del autor checo y me ha gustado bastante. La historia me ha parecido provocadora, de las que al terminar te quedan en la cabeza y te hacen pensar durante días, aunque sea despertando unas sensaciones y pensamientos desagradables o inusuales, diferentes a lo que sueles caer. Este hecho para mi revaloriza el libro, y no descarto hacer una relectura de aquí a un tiempo.
La novela se sitúa en su mayor parte en Praga, capital de la República Checa (en el momento que retrata el libro aún era Checoslovaquia), durante el dominio del régimen comunista ruso (1968), y retrata la vida de dos mujeres y dos hombres, cuya existencia marcada por unas circunstancias familiares e históricas, transcurre entre la búsqueda de un ideal y unos sueños y el trauma o la pesadilla del pasado y presente, es decir viven entre el anhelo del momento, el vivir sin ataduras, sin el yugo de la autoridad/poder (en este caso el gobierno comunista que controla las acciones y pensamientos de las personas mediante métodos de espionaje o sometiendo a su ley), pero al mismo tiempo deben coexistir con el peso del mundo, no pueden quedar al margen por mucho que traten de tomar decisiones aparentemente de su propio criterio con el fin de ser libres (la libertad es un término muy relativo).
Me parece que en las primeras páginas la forma de la novela es sublime, sin embargo, en la medida que se avanza en la lectura, el fondo es lo principal, lo más llamativo. El narrador, del que no se revela ni el nombre, narra y describe sin concesiones, en ocasiones de una manera desvergonzada, los traumas y debilidades de los protagonistas, no con el objetivo de que el lector les tome en estima, el tema es dejar al descubierto las contradicciones y complejidades del ser humano y, por ende, de la sociedad que se somete al rumbo de los acontecimientos.
hace 7 años
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