Es el segundo libro que leo de esta autora y, la verdad, no deja de sorprenderme la fijación que tiene para crear heroínas que terminan profundamente enamoradas de sus captores, violadores, que las han sometido a una humillación tras otra y, en que llegando a las últimas páginas, cuando les dan una disculpa, los aceptan felices y agradecidas. Sí, este libro sigue el mismo esquema. Además, con un desenlace soso y corto que tampoco compensa. De todas maneras, la novela se lee de un tirón, entretiene, pero en este género defrauda y no deja buen sabor.
hace 9 años