Este libro es buenísimo. Si te gusta el arte, no te lo puedes perder. Reflexiona sobre los límites del arte y el papel que jugó la Iglesia durante el Renacimiento sobre él. Pero además es un thriller, es historia (ficcionada) y es divertidísimo. Está contado de manera muy original, usando el género epistolar en toda la novela, por lo que, por las cartas que se van enviando unos a otros, vas viendo los diferentes puntos de vista de cada uno, las diferentes PERSPECTIVAS. Es claramente un juego de palabras, porque durante el libro se referencia en muchas ocasiones el uso de la PERSPECTIVA en el arte. Me lo he pasado pipa leyéndolo.
hace 1 mes