Primera novela del subcomisario Rocco Schiavone. Personaje poco convencional que se mueve en la frontera del bien y del mal, con modales oscos y con métodos poco ajustados a protocolos establecidos, que finalmente dan resultados. Los personajes están bien construidos, la trama, engancha y, sobre todo, entretiene.

Libro entretenido que apetece leer. El caso en si y su investigación no es que sea muy interesante pero su protagonista y como se desenvuelve en la trama es lo que mas engancha.

Rocco tiene un punto de Torrente, maleducado, mujeriego, malhablado. Te cae fatal (o al menos a mí) hasta que de pronto caes en la cuenta de eso que te andaba chirriando durante la lectura y entonces empieza a caerte un poco mejor (no mucho, porque sigue siendo maleducado, faltón y un poco dado a extralimitarse, pero le empiezas a ver un poco más "persona" y un poco menos Torrente). Su empeño en ir por los Alpes con zapatos y abrigo de vestir no te hacen verle con mejores ojos. Pero es que en este libro es más importante conocer a Rocco que la historia policial en sí, que no es nada del otro jueves. Porque Rocco tiene un pasado turbulento que hizo que fuera destinado forzoso desde Roma al Valle de Aosta, junto a los Alpes italianos. Y no es turbulento solo por los hechos que le llevaron al traslado. Rocco camina por los límites de la legalidad o directamente pisa la ilegalidad en varias ocasiones a lo largo del libro. Algunas hacen que te vuelva a caer fatal, otras te hacen verlo con mejores ojos. En fin, un buen comienzo de saga, que querré continuar, a ver si empieza a primar la acción policial sobre la vida del poli.

Lo primero que les quiero comentar de “Pista negras” de Antonio Manzini es que el protagonista de la novela, el Sub Jefe de Policía Rocco Schiavone, es un personajazo hay que hay que seguir. La acción ocurre en un pequeño pueblo turístico en el Valle de Aosta, en los Alpes Italianos, al borde de la frontera italo-franco-suiza, conocido por sus montañas nevadas, sus pistas de esquí y la renta per cápita más alta de Italia, donde todos los nativos son familiares en algún grado, y es en ese escenario cuando una noche aparece un cadáver aplastado por una maquina pisa nieves, en medio de las montañas, alejado de las pistas de esquí de las zona, en una paraje poco transitado. El conductor de la maquina insiste en que no vio el cuerpo, a pesar de que su equipo cuenta con una serie de focos muy potentes, y queda desolado cuando descubre el cadáver despedazado sin explicarse lo ocurrido. Las primeras hipótesis apuntarán a que el muerto ya estaba muerto, y que por eso no se apartó de la trayectoria de la máquina y que ese es el motivo de que el conductor no le viese. Schiavone, que está desterrado desde Roma en el Valle, castigado por un incidente con el hijo de un político importante, asume la investigación, complicada por su desconocimiento sobre los usos y costumbres de los lugareños, a los cuales escandaliza por sus modales y su carácter, y así, en cuestión de unos días y a través de entrevistas, mucho trabajo científico y forense y deducciones acertadas, resuelve el asesinato y se cuelga una medalla más en su carrera policiaca. Lo mejor de la novela lo es definitivamente Rocco Schiavone, un policía violento, sarcástico, grosero, infiel irredento, cínico, mamón, con mucha mala leche, pero con un gran talento como investigador. “Pista Negra” es otra novela negra muy recomendable para los amantes del género. Hay situaciones poco creíbles -la escena en el velorio, por ejemplo-, y, aunque tarda en engancharte lo logra.

Muy entretenida novela. El personaje de Rocco es muy ácido y gracioso, además de real y genuino. Muy recomendable.

Buen libro, mantiene la atención y lo leí en 18 días. El personaje de Rocco Schiavone es de esos que atrapan, ayuda mucho a la historia el escenario dónde está situada la novela. Es de esas novelas negras que te atrapan y te hace sentir que estás ahí. Lectura ágil y con algunas situaciones paralelas interesantes, tal vez hubiera profundizado en alguna trama paralela con algún personaje secundario. Buena novela y recomendable.

Después de leer las críticas me esperaba más. Es un libro entretenido sin mas pretensiones.

Lo cogí porque la contraportada anunciaba que el protagonista era un tipo sarcástico en una investigación de un asesinato y, la verdad, que me ha maravillado el libro, me gusta esa combinación. En ningún momento decae la historia, lo que hace que te lo leas en un día.

Gran sorpresa la de Antonio Manzini, un tipo que he leído que en realidad es actor y empezó a escribir de casualidad (curioso, porque otros dos escritores italianos que me encantan, Falletti y Carofiglio, tampoco comenzaron sus carreras artísticas como escritores). Se trata de la primera aventura del subjefe Rocco Schiavone, un malhablado policía con la manía de asemejar los rostros y las cabezas de las personas con los de animales y de hacer un chequeo exhaustivo a los cuerpos de las mujeres que conoce. No deja de ser un poli corrupto y con pasado oscuro, pero digamos que el autor lo caracteriza lo suficientemente bien como para alejarse del estereotipo y hacerlo más humano. La novela está muy bien, mantiene el ritmo y es entretenida con las salidas de tono de Schiavone y algún personaje más. El caso no es que sea nada nuevo (a estas alturas, difícil), pero el escenario y los personajes lo compensan.

Primera novela de la serie Rocco Schiavone. Me ha enganchado el carácter de este policía romano irónico, brusco y melancólico. Muy recomendable.