Libro muy entretenido, las más de 400 páginas se pasan vertiginosamente, Al igual que en el primer libro, la historia transita ente el pasado y el presente, para presentarte de a poco a los personajes y sus circunstancias. Historia de 5 muchachos de un internado para muchachos de la elite que comienzan en una espiral de violencia y muerte, emulando a la pandilla de los drugos, de La naranja mecánica. A diferencia del caso de Merete Lynggaard, este caso sí tuvo sentencia y una persona se declaró culpable, pero las incongruencias y vacíos en la investigación empieza a aflorar en cuando Carl Morc y Assad comienzan a leer el expediente que misteriosamente llega al sótano donde habita el Depto. Q. Recomendable, no decepciona.

Me gustó mucho y, obviamente mucho más que el primer libro de la serie, sobre todo porque me reconcilié con el subcomisario Carl Mørck. En esta entrega se empodera de su cargo y toma las riendas de su nuevo caso con su habitual estilo mordaz y poco apegado a las normas, pero que ahora se percibe muy encantador, en vez de despreocupado y autocomplaciente como lo sentí en el primer libro. Por lo mismo Assad y Rose, la nueva y genial integrante del Departamento Q, pasan a tener un rol más bien secundario. La estructura del libro tampoco es común. Antes de las primeras diez páginas ya se sabe quiénes son los responsables del homicidio que investiga el Departamento Q, pero lo interesante es ir descubriendo poco a poco qué fue lo que en verdad pasó. A pesar de lo anterior, la novela tiene un ritmo muy ágil que incluso, pasada la mitad, se vuelve realmente vertiginoso. Un excelente desenlace, tal y como debía ser para los lectores que esperábamos justicia para todas las víctimas, pero como en otros libros de este autor, me deja con una sensación muy melancólica, por todo aquello que pudo haber sido y no fue. Me pasó con el personaje de Merete Lynggaard de La mujer que arañaba las paredes y, por supuesto, con Kirsten-Marie Lassen de esta novela.

Cada vez me gusta mas este autor, te engancha de una manera increible. Assad me tiene totalmente intrigada.Seguire con el resto de la serie

Disfrute mucho con su lectura, la verdad es que para cuando quise darme cuenta, me dieronmas de las 4 de la mañana por terminarme el libro.

Segundo libro de Departamento Q.. No sé si será parte de la sociedad nórdica como cuenta la novela o si también es trasladable a otros países, pero mete miedo.

Segunda entrega del departamento Q. No alcanza el ritmo de la primera de la saga, pero aun así se hace muy entretenida y facil de leer. Gana enteros la figura de Assad, ayudante musulmán y por supuesto la de Carl Morck.

Tiene el Departamento Q un sabor muy nórdico, muy civilizado.... Este departamento creado ad-hoc para un policía incómodo nos conduce en este segundo relato a través de una vida entera de crímenes y aberraciones que solo el inspector Morck puede resolver. Gana fuerza el personaje y sus ayudantes. Fácil de leer y con la moraleja típica de la negra-nórdica, bajo el estado del bienestar se ocultan secretos inconfesables, no pasará a la historia de la literatura pero es recomendable para el lector aficionado al tema.