El viejo y oxidado tramp steamer, visto por vez primera en las heladas aguas del Báltico, se convierte en una obsesión que sólo hallará reposo en la cubierta de un barco que recorre pesadamente el Orinoco. Allí, a buen resguardo del sofocante calor, oiremos la historia de Warda y Jon Iturri, amor que nació bajo la sombra complaciente del tramp steamer y que compartió su destino.