Me ha resultado una lectura muy interesante, Felipe Trigo es un autor que merece mas reconocimiento del que tiene. Es una novela escrita al estilo naturalista de Zola, cumple con creces su objetivo de denunciar una situación, desde luego yo he acabado indignado ante las cosas que pasaban hace algunos años en este país, algo hemos mejorado, no demasiado pero sí un poquito. En primer lugar está la denuncia del caciquismo en la figura de Jarrapellejos, hombre todopoderoso, dueño y señor de un pueblo extremeño, un lugar donde nada se hace sin el consentimiento del cacique, donde la desigualdades de clase son brutales. Por otra parte sorprende, en una novela publicada en 1914, la denuncia del acoso sexual a que se veían sometidas las mujeres humildes, violadas, acosadas, prostituidas, sus virginidades vendidas al mejor postor, lo peor del patriarcado en toda su crudeza. Lo peor del libro es el estilo algo anticuado de Trigo, laísmos atroces, uso extraño de los pronombres reflexivos, pero a medida que he ido leyendo me ha molestado menos esto y al final casi no lo notaba.
hace 6 años
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