Agradable sorpresa, no pensaba que me iba a gustar tanto. Cuando terminé de leer las novelas de Chinaski, supuse que ya había leído todo lo mejor de Bukowski y lo que me quedaba no iba a ser tan bueno. Afortunadamente me equivocaba. Aunque es lo mismo de siempre, es un Bukowski un pelín diferente. La prosa es mas poética. Una poesía que se fija en lo mas sordido, claro está. También es un Bukowski que opina sobre diferentes temas; la política, la revolución, los asesinatos famosos de la época, etc. En el prólogo cuenta como tuvo absoluta libertad para escribir estos relatos que se publicaron por primera vez en un periódico «underground». La mayoría son autobiográficos. En este libro, anterior a todos los de Chinaski, utiliza su propio nombre casi siempre. Lo curioso es que no usa mayúsculas al principio de las frases, solo las utiliza en los nombres propios. En definitiva, Bukowski era un cerdo, un vago, un pervertido y un borracho asqueroso y sin embargo, me gusta.
hace 10 años