Nueva entrega de la fascinante saga “Manuscrito” de Francisco Ramírez de Cartagena. El abogado sevillano cierra la trilogía con El legado del Manuscrito.
Los tres libros: Un Manuscrito para Cristián, Un Manuscrito problemático y El legado del Manuscrito, pueden leerse de forma independiente, ya que han sido concebidos y escritos para ser disfrutados por separado.
La familia Balz, formada por los padres Mario y Teresa y sus hijos —Cristián, María y los gemelos Hugo y Daniel— con sus respectivas parejas e hijos, nos deleita una vez más con sus aventuras, desventuras, encrucijadas, intrigas, traiciones, crímenes, amores, pasiones y toda la gama de sentimientos imaginables. Los padres fundaron en Sevilla un bufete de abogados que, con el tiempo, se convirtió en uno de los más exitosos de la ciudad. Construyeron una gran familia, y algunos de sus hijos —Hugo y Daniel— continuaron con el negocio familiar, mientras que Cristián se dedicó con éxito a la escritura y María se hizo farmacéutica.
Esta entrega, como ya se ha mencionado, puede disfrutarse sin haber leído las anteriores. Parte de la recuperación del infarto sufrido por Daniel. El resto de los miembros del clan reacciona de formas muy distintas ante este hecho, y las relaciones entre ellos cambiarán irremediablemente. En un trepidante desfile de sucesos y situaciones, cada uno se enfrentará a sus propias encrucijadas, conflictos y vínculos, que Ramírez de Cartagena nos relata como un thriller de historias entrecruzadas, pasiones y dramas. La acción se divide entre la ciudad de Sevilla —descrita con tal amor y deleite por sus calles y monumentos que se convierte en un personaje más— y los paraísos caribeños de Costa Rica y Panamá, cuyas bellas y detalladas descripciones nos trasladan directamente hasta allí, haciendo las delicias del lector.
La novela presenta una galería de personajes tan amplia y variada que abarca prácticamente todos los perfiles humanos imaginables: desde la bondad más desinteresada hasta la maldad más calculada; desde el amor apasionado hasta la indiferencia emocional; pasando por el pragmatismo crudo o la idealización ingenua, así como la apatía o la preocupación genuina. A través de ellos, se retratan con precisión las complejas dinámicas que surgen en las relaciones entre padres e hijos, hermanos, parejas, exparejas, esposas, amantes… e incluso entre figuras marginales como mafiosos, sicarios, proxenetas y prostitutas.
Se nota que estos personajes han acompañado al autor a lo largo de tres novelas: están cuidadosamente construidos, poseen profundidad psicológica y evolucionan de forma coherente al enfrentarse a nuevas circunstancias. Su desarrollo constante, así como la autenticidad de los diálogos que sostienen, constituyen sin duda uno de los grandes aciertos de la obra.
El estilo narrativo destaca por su ritmo ágil y su capacidad para ir directo al grano, sin recurrir a florituras innecesarias. La prosa es evocadora y fluida, con un lenguaje que podría describirse como casi oral: transmite la sensación de estar presenciando los hechos en tiempo real, como si el lector fuese un testigo más de la acción. Esta inmediatez narrativa permite sumergirse de lleno en las intensas emociones, sensaciones y pasiones que atraviesan la obra, generando una experiencia de lectura vívida y profundamente envolvente.
Una gran novela de intrigas y relaciones humanas, trepidante y profundamente emocionante, que atrapará a lectores de todo tipo. Su intensidad narrativa, el realismo de los personajes y la riqueza de sus tramas hacen de esta obra una lectura más que recomendable. Ideal para quien desee sumergirse en una historia amena y vibrante, cargada de emociones y giros inesperados. (Inma Muñoz, 10 de abril de 2025)
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