Los primeros capítulos del libro te inundan con gran cantidad de información histórica muy interesante, te ves obligado a ir más allá y verificar la información, consultar en internet, buscar las fuentes y aprender más sobre el tema. Luego el autor innecesariamente comienza a describir viajes a Londrés, Ginebra, Medellín, París, etc y una serie de reuniones, conferencias y viajes que se sucedieron en esos lugares que le restan vitalidad al libro solo para narrar como se le ocurrió una u otra idea, pero que en realidad no le aportan nada a la historia que promete contar. La fascinación de los primeros capítulos, comienza a dilatarse en estas historias. El autor se vuelve obsesivo, pretencioso, egocéntrico hablando de sus viajes. Al final el libro te decepciona por completo porque la historia que promete contar nunca es contada, al contrario, el autor se dedica a contar como se le ocurrió una historia que en realidad nunca cuenta. Ospina se obsesiona con Byron, Shelley, Polidori, y de eso trata su libro, de la obsesión de un autor con esos personajes, pero de la historia que promete contar, solo unos pocos asomos que no se concretan. Decepcionante.
hace 9 años