Relatado en primera persona por Pier Francesco Orsini, nacido en la primera mitad del siglo XVI, duque de Bomarzo por la prematura muerte de su hermano. Su físico, donde predominaba una joroba y la cojera de una pierna, le atormentó toda su vida, se le conoció con el sobrenombre del Principe Jorobado, y a la muerte de su mujer, la bella Julia Farnese, cansado de bellezas y alegrías, decidió construir unos jardines que mostraran su dolor, unos jardines que han llegado hasta nuestros días, donde en uno de sus bancos se puede leer la inscripción:”Tú que recorres el mundo en busca de grandes maravillas, ven aquí, donde encontraras caras horribles, elefantes, osos y dragones”.
Miembro de una gran familia, de la que también han formado parte 4 papas y 18 santos, creció en una atmósfera en la que el crimen era algo natural, habitual. Los ahogamientos, estrangulaciones, intoxicaciones definitivas, pasadas a cuchillo y demás carnicería (como se explica en una sentencia del libro: el Renacimiento afirmaba cada vez más la obsesión monótona que exigía que ninguno de sus personajes muriera de muerte natural) son tan frecuentes en la vida de los Orsini, como las proezas militares, el mecenazgo artístico, las glorias de la santidad y los casamientos provechosos.
Relato apasionado, mágico y poético de todo un mundo de príncipes, cardenales, condottieri, bufones, artistas, cortesanos y escritores, con una magnífica prosa barroca teñida de ironía y de nostalgia. Por la novela desfilan todos aquellos que jugaron, o no, un papel importante en la Italia renacentista, los Medici, los Farnese, los Sforza, los Colonna, los Strozzi, el emperador Carlos V y todo su séquito, Francisco I rey de Francia, los papas Alejandro VI, Clemente VII, Pablo III, Pio V, los güelfos y los gibelinos. Por aparecer, aparecen también Garcilaso de la Vega y Miguel de Cervantes, con el que comparte un breve encuentro hacia el final de su vida, cuando este era muy joven, antes de que se convirtiera en el manco de Lepanto.
Cuesta abarcar la obra, por lo que cuenta (infinidad de personajes y eventos), por como lo cuenta (un lenguaje abigarrado, denso, barroco, con escritura recargada y minuciosa) y por su densidad, si, es un libro denso, muy denso, mi edición tiene 467 páginas en la mayoría de las cuales no cabe una línea de más, y en cada una de las líneas no hay espacio para ningún carácter de más.
hace 4 años
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