No es una lectura fácil, es densa, espesa y con un ritmo lento. Ha habido momentos en que los hechos narrados me interesaban, pero las divagaciones del autor hacían que perdiera el interés. A ratos me venía a la cabeza el adjetivo "rancio" y la expresión "alejado de la realidad actual". Pero no todo es malo en esta novela. Sí son interesantes las reflexiones sobre la política y la sociedad de aquellos duros años del franquismo y de la Transición, después. El autor no juzga, expone los hechos, y deja que nosotros lleguemos a nuestras propias conclusiones. Esos tiempos estuvieron llenos de secretos, de verdades a medias, ocultadas, igual que la historia del matrimonio protagonista de la novela. Los personajes me han gustado, son atrayentes, sobre todo el trío principal, el matrimonio y el joven ayudante del marido, una especie de "voyeur" que está fascinado por la pareja y la sigue en todo momento. Y no podemos negar el dominio y la maestría en el uso del idioma español de este autor, miembro indiscutible de la Real Academia española. Y verdaderamente es indiscutible, guste o no la novela, estamos ante uno de los grandes de la literatura de este país.
hace 9 años