Probablemente la mujer más odiada en su país de adopción, Emma Goldman fue una de las pensadoras y activistas más interesantes de comienzos del siglo XX. Claramente adelantada a su época, sus escritos y conferencias abarcaron una amplia variedad de temas, incluyendo las prisiones, el ateísmo, la libertad de expresión, el militarismo, el capitalismo, el matrimonio, el amor libre, el control de la natalidad y la homosexualidad; desarrollando incluso nuevas maneras de incorporar la política de género en el feminismo y el anarquismo. Desde su llegada a Nueva York como costurera a los 20 años de edad procedente de la Rusia zarista hasta su paso por los enclaves socialistas del Lower East Side de Manhattan, consagró su vida al activismo y la agitación pública. Goldman recuerda su niñez en Lituania, su inmigración a los EE.UU. cuando era una adolescente, sus audaces aventuras como mujer independiente en el nuevo mundo, el apoyo a las huelgas obreras, sus viajes por Europa... Su importante e influyente presencia en remotos acontecimientos geopolíticos tales como la Revolución Rusa y la Guerra Civil española, hacen de ella una de las personas con más historia del siglo XX.