Novela ambientada en Red Hook (Brooklyn), un barrio portuario decadente en el que una noche de verano, June y Val, dos adolescentes de quince años con ganas de divertirse, se echan al agua en una balsa de goma en un viejo muelle. Solo una de ellas es encontrada inconsciente en la arena al día siguiente. La desaparición de June es el misterio que ronda a lo largo de todo el libro y que influye en unos personajes más que en otros. Pero en mi opinión no se trata propiamente de una novela de misterio o intriga, es una novela coral en la que son los personajes los que importan, ocupan y preocupan al lector. También el barrio en sí es un factor a tener muy en cuenta. Creo que el lector autóctono o que conozca la zona la encontrará muy bien reflejada, los lugares, el ambiente y la diversidad de sus habitantes; yo solo puedo apreciar este aspecto desde la distancia, pero me parece una ambientación realista y buena.
Alrededor de cada personaje gira una pequeña historia: Val y su sentimiento de culpa y soledad tras la muerte de su amiga la convierten en alguien débil e inestable; Jonathan Sprouse es un profesor de música amante del alcohol que se siente obligado a protegerla; Cree, un chico que se refugia con sus sueños y ambiciones en la vieja barca de su difunto padre; Ren, el desconocido personaje que hace de ángel de la guarda de Cree; Fadi, el tendero amante del barrio preocupado por su mejora y el bienestar de sus gentes... Un elenco variopinto de personajes e historias entrelazadas, almas solitarias, heridas o dolidas que luchan por seguir adelante. También hay algún aspecto en el que, según mi opinión, la novela se queda corta, no obstante en conjunto me ha parecido una lectura bastante amena.