Novela recomendable, con grandes virtudes y numerosos defectos. La he leído en una edición plagada de erratas y con mala traducción, la edición de Seix Barral.
Tiene un lenguaje muy vivo y expresivo, lleno de fuerza, y, a medida que va narrando docenas de sucesos, intercala reflexiones sobre el ser humano, el sentido de la vida, el amor, la muerte... En fin, lo de siempre, unas reflexiones muy interesantes, y al tiempo muy discutibles. La negatividad del autor, su repugnancia por el ser humano y por la vida es tan exagerada que resulta ridícula, como de adolescente furioso y rebelde porque ha descubierto que el mundo no es el cuento de hadas que le contó amatxu cuando era un niño.
Además, muchas frases son poco coherentes o muy ambiguas, y el lector apenas consigue intuir a qué se refiere. El único hilo argumental que "estructura" (dicho sea con mucho optimismo) la sucesión de batallitas de todo tipo es la repugnancia por el ser humano y el empeño en presentar las vida como una sucesión de horrores absurdos protagonizados por unos seres despreciables, excepción hecha de un personaje llamado Molly.
Aun así, se lee con mucho interés dada su fuerza expresiva, que hace al lector sentir con viveza las situaciones y reflexionar sobre muchísimos temas de la vida, sea bien para coincidir con el autor, sea para considerarlo maniqueo, simplista e infantil. Porque, de hecho, lo es.
No nos engañemos: los artistas tienen una maravillosa fuerza para transmitirnos sus sentimientos y opiniones, pero, en general, son unos zotes para entender la realidad con acierto y ecuanimidad. Eso si: captan muchas cosas que los demás no hemos visto o apenas hemos intuido.Pero no soportan que la vida sea como es en realidad: ni una mierda, ni una maravilla. Eso no encaja con sus espíritus exaltados.
hace 4 años
9
-2