Acaba de fallecer el Pontífice, el cónclave se ha reunido para escoger al sucesor y, de pronto, en la plaza de San Pedro se alzan voces que gritan `¡Fumata blanca, fumata blanca!`. Entre la multitud, Mario Darino, periodista que cree dominar los entresijos del Vaticano, se queda petrificado al conocer el nombre que ha escogido el nuevo Papa: Pedro II. En veinte siglos, ningún otro Papa se había atrevido a adoptarlo. A partir de este instante Mario Darino vive una experiencia increíble. Su vida da un giro de ciento ochenta grados y se ve inmerso en una peligrosa trama de intereses políticos y económicos a la que no son ajenas las intrigas que se alimentan tras los mismos muros del Vaticano, donde a menudo el afán de poder se esconde bajo un manto de religiosidad. La historia está plagada de ejemplos, y todo se precipitará cuando empiece a tomar cuerpo la profecía de san Malaquías, que vaticina que el último Papa tendrá por divisa Petrus Romanus, llevará por nombre Pedro II y durante su pontificado tendrá lugar el juicio final. Albert Salvadó se aventura en esta novela en un futuro casi inmediato y nos muestra el posible desenlace de una historia todavía no escrita, una historia que tal vez no debería escribirse jamás, porque siempre queda una puerta abierta. Por ello, Mario Darino otorga al nuevo Papa un voto por la esperanza... Quien sabe si se hará realidad.