La detective Tess Monoghan abre al fin su propia agencia de investigación, y lo hace en Butchers Hill. Quizás no sea la mejor zona de Baltimore, pero en algún sitio hay que empezar. Un hombre anciano que acaba de salir de la cárcel contratará sus servicios. Acaba de cumplir condena por el asesinato de un adolescente, al que mató por destrozar su coche. Ha tenido tiempo de reflexionar en la sombra, y lo que ahora desea es indemnizar a los chicos que presenciaron el crimen, de manera que Tess habrá de localizarlos. Y quizás sea tarde; los chicos aparecen muertos. Tess se verá envuelta en un rastro de dinero y mentiras, que conducen a calles desconocidas, a los rincones menos agradables de Butchers Hill.