Me ha parecido una novela diferente y muy interesante. Narrada en primera persona, Helmer, de 55 años, alterna recuerdos del pasado con vivencias del presente, en el que se encarga de la granja familiar, donde vive con su padre ya anciano, al que al inicio del libro traslada simbólicamente a la planta de arriba. El libro empieza con ritmo lento y una trama incierta, en la que el protagonista, que lleva una vida aparentemente rutinaria y tranquila, poco a poco avanza y va desvelando, a través de su propio proceso de autoconsciencia, porqué es como es y porqué ha vivido como lo ha hecho. Escrito con una prosa sobria y sencilla, es una novela intimista que nos habla entre otros temas de la soledad, pero es una soledad natural que no molesta. Me ha gustado.
hace 11 años