Este volumen final de la serie que ha deleitado al mundo desde que en 1920, será considerado por los admiradores de Hércules Poirot como el mejor de todos aunque entristecidos por la que va a ser su última aparición. En Telón, la rueda ha completado una vuelta y el detective belga vuelve una vez más a la casa en que dio la campanada la primera novela policíaca de Agatha Christie: El misterioso caso de Styles. Styles es ahora una casa de huéspedes y Poirot uno de ellos, cuando invita a su viejo amigo Hastings a reunirse con él y le confía los motivos profesionales que piden este encuentro. Entre sus actuales moradores se halla el responsable de varios asesinatos, alguien a quién la justicia no puede alcanzar y que Poirot se resiste a nombrar. Pero pronto se produce una nueva muerte en Styles y, esta vez la hija de Hastings se encuentra entre los sospechosos. ¡A pesar de haber sido testigo presencial del crimen! Escrita hace ya treinta años, pero guardada hasta el presente inédita, esta novela es un continuo triunfo del "clímax", hasta la secuencia en la que Poirot resuelve el último caso de su vida literaria, con la brillante y poco ortodoxa forma característica.