Mi primera aproximación a este escritor nipón ha sido este breve cuento (valga la redundancia del epíteto), pues se lee en un santiamén, y que crea cierta fascinación ante este relato tan bello. Con tan poco texto es precipitado llegar a conclusiones sobre este literato que se le suponen influencias occidentales de Wilde y Poe, no obstante es indudable que posee un gran estilo poético, mezclando muy bien esta historia con intriga, fantasía, erotismo y un pequeño toque de “terror”. Buen aperitivo para adentrase en la narrativa de Tanizaki que promete nuevas seducciones.
hace 8 años