Mis razones para decirte que no: Supe que eras peligroso desde el primer momento en que te vi. Eres un rico y fascinante ejecutivo con gustos sexuales extremos. Eres ambiguo y reacio a embarcarte en cualquier relación sentimental. Sé que va a ser otra historia fallida.
Mis razones para decirte que sí: A pesar de mí misma, despiertas sensaciones y emociones a las que querría oponerme con todas mis fuerzas. El sexo es increíble, y a la vez turbador, me llevas a límites que nunca pensé que traspasaría. Se ha desatado entre nosotros una pasión incontrolable... y no sabemos a dónde nos arrastrará.