Julio de 1998. Un golpe de mar lanza por la borda a Eric Tabarly, es negra noche, el agua está a 11 grados y reina una gran confusión entre la tripulación. El navegante de 67 años es víctima de aquello que más había amado: la mar. ¿Un destino claro al término del cual la mar se lleva al hombre? La biografía escrita por Benoît Heimermann cuenta con precisión los hechos de una vida y nos muestra lo que se esconde bajo el silencio granítico de Tabarly. ¿Se sabe que el navegante de anchas espaldas fue hijo de una familia acomodada que le educó con rigidez? ¿Se sabe que el aspirante a oficial de marina fue el eterno protegido de un Cuerpo que le dará subsidios y favores? ¿Que al vencedor a los 33 años de una Transat en solitario, héroe nacional en Francia, le costaba otorgar su confianza y fue traicionado varias veces? ¿Que el inventor de los célebres Pen Duick tuvo problemas económicos? ¿Que este monomaníaco de la mar fue un pésimo financiero, indiferente en política y un soltero soñador que se casó en la madurez? El autor estudia una de las figuras más puras de la mitología del deporte, sin olvidar la parte oscura que incluso un Tabarly llevaba dentro de si.