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SIEMPRE VIENEN DE NOCHE

SIEMPRE VIENEN DE NOCHE CALIANI, ALBERTO

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Nota media 9 Excelente 3 votos 1 críticas

Resumen

Monasterio de Piedra, 1543. En plena noche, un novicio encuentra a una mujer en el bosque con la ropa hecha jirones y gritando como si acabara de escapar del infierno. Uno de los monjes la reconoce como Daniela, hija del comendador de Nuévalos asesinada cuatro años atrás. ¿Ha regresado de entre los muertos? ¿Dónde ha estado todo este tiempo?

Pero Daniela no es la única desaparecida. Desde hace un tiempo, los raptos y los asesinatos de chicas jóvenes se han sucedido en Nuévalos y los habitantes del pueblo temen el tañido lúgubre de las campanas que anuncian la llegada de una compañía demoniaca que siembra el terror en sus calles. Pero no todos creen en la naturaleza diabólica de esos seres. Dino D’Angelis, el mejor agente de Carlos V, y Charlène Dubois, médico personal de la familia imperial, son enviados a Nuévalos para resolver el misterio. Pese a la oposición de un pueblo sumido en la superstición, se adentrarán en una investigación que los precipitará hacia un torbellino de oscuros intereses, horror y crímenes.

1 Críticas de los lectores

“Si buenos dejan a malos ser malos, ellos también malos”. Retrocedemos en el tiempo, 1543 y nos vamos a un momento histórico lleno de naturaleza y de religiosidad, al Monasterio de Piedra, y a los campos y pueblos que son propiedad del Monasterio de Piedra, más concretamente en el pueblo de Nuévalos, Zaragoza, donde los demonios tienen abiertas las murallas para llevarse a la niña que les apetezca una vez al año. ¿Será mi hija? Temen cada familia. Y no, no pueden huir, entonces toda la familia será masacrada. Son demonios, los han visto los del pueblo y el Comendador desde su castillo y anuncian su llegada con sonido de campanillas que encierra al pueblo entero temblando de miedo. Es el precio a pagar por no exterminar a todo el pueblo. Alguien del pueblo hace petición de ayuda al emperador Carlos V, quien manda a un experto investigador con si hijo adoptado, y una mujer que sabe de medicina. Tiempos oscuros los del siglo XVI, llenos de superstición, y de acatamiento y sometimiento ante lo desconocido, ante la fuerza, ante la autoridad. Caliani nos mantiene al borde de perder horas de sueño con el suspense generado, por el horror que transmite, pero a cambio te hace soltar la carcajada con ciertos personajes, que espero volver a encontrarme en otros de sus libros, y eso relaja el ambiente. También me ha encantado que el desenlace sea lento y con mucho misterio, lo que te hace desear pasar la pagina y no parar de leer.

hace 1 mes