Lo primero que piensa el lector cuando comienza una nueva novela de la serie Berlín Noir es: "Qué bien escribe Philip Kerr". Lo siguiente: "Qué personaje tan creíble y bien construido este Bernie Gunther". Después, comienzas a pasar páginas, a involucrarte en la historia, a dejar de leer como lector-crítico y convertirte en un simple espectador que se limita a disfrutar leyendo. Cuando pasados unos días (en ocasiones solo horas) terminas la novela, te deja siempre tan buen sabor de boca que desearías tener entre las manos la siguiente entrega.
Si tuviéramos que elegir tres novelas negras, negras de verdad, no lo que erróneamente hemos llamado género negro y en realidad son novelas policíacas, de misterio, de suspense o thrillers, nuestras elegidas sería por este orden: El Agente de la Continental, El Sueño Eterno, y Violetas de Marzo.
¿Por qué la primera entrega de Berlín Noir con los muy buenos exponentes que hay de un género tan clásico? Apunten los motivos:
1. Por su ambientación, sensacional.
2. Por el carisma de Gunther.
3. Por el ritmo narrativo de Kerr.
4. Por el cóctel (tan bien mezclado) que supone ver interactuar a personajes ficticios con algunos de los psicópatas más despiadados que haya dado la humanidad.
y 5. Porque esto sí es 100% novela negra, de esas que te dejan en el paladar el regusto a humo de cigarrillos y litros de whisky, de las de tipo duro con gran corazón que todo amante del género querría ser.
La octava entrega de Berlín Noir no decepciona pues cumple al pie de la letra cada uno de los 5 puntos anteriores, y podemos asegurar que el resultado está a la altura de los mejores títulos de la serie (a nuestro gusto el 1, el 3 y el 6) y es que a Praga Mortal le sienta muy bien la acertadísima mezcla entre novela negra clásica y de investigación al más puro estilo Agatha Christie.
Lo mejor:
La ambientación, conseguidísimo el Berlín de la guerra, la Praga ocupada y el claustrofóbico ambiente del castillo.
Los personajes, magistral la forma con que a través de los interrogatorios, Phillip Kerr nos muestra parte del alma de algunos de los asesinos más despiadados que ha dado la historia de la humanidad. El retrato que realiza de Heydrich es sencillamente sensacional.
Lo peor:
Difícil de leer por la cantidad de personajes que aparecen y los nombres y cargos de estos. Es fácil perderse si uno no es experto en la Alemania nazi o si dejas de leer la novela unos días.
Conclusión:
Soberbia, imprescindible, como toda la serie.
JGF (Quelibroleo)