POR TIERRAS DE PORTUGAL Y DE ESPAÑA

POR TIERRAS DE PORTUGAL Y DE ESPAÑA UNAMUNO, MIGUEL DE

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Resumen

Sin un concepto cerrado de nacionalismo, Miguel de Unamuno (1864-1936) quiso plasmar en muchas de sus obras la esencia de la España real y el sentimiento del paisaje. Publicada en 1911, POR TIERRAS DE PORTUGAL Y DE ESPAÑA comprende artículos escritos entre 1906 y 1909, y recoge las impresiones del autor sobre la literatura y la tierra portuguesa, en su primera parte, y española, en la segunda, al compás de sus viajes por los territorios de Cataluña, Extremadura, Castilla la Vieja, el País Vasco, Galicia y las Canarias. Como en «,Andanzas y visiones españolas», (BA 0101), Unamuno lleva aquí a su más cabal expresión las palabras escritas en el ensayo «,Excursión»,: «,No ha sido en libros […] donde he aprendido a querer a mi patria: ha sido recorriéndola, ha sido visitando devotamente sus rincones»,.

1 Críticas de los lectores

6

Se presenta en artículos más o menos cortos que el autor ha ido escribiendo a tenor de las "excursiones" que ha hecho a distintos lugares de uno y otro país. Los primeros artículos -como hasta la mitad del libro- son sobre Portugal. De los portugueses dice que son un pueblo triste, melancólico, con un culto al dolor que les puede llevar al suicidio. Habla de su literatura, opinando que su edad de oro es la actual. De su política: el artículo "Epitafio" habla del regicidio de D. Carlos, odiado por el pueblo por ser un corrupto, un egoísta y un derrochador. En cuanto a su religiosidad, dice que, al igual que en Galicia, hay que "buscarla por debajo de las formas regulares y canónicas de la religión oficial". ES decir, que hay mucho sentido religioso basado en el antiguo paganismo de creencias panteístas que los celtas cultivaban. Y termina curiosamente como empieza. El primer artículo habla del poema "Constança" que Eugenio de Castro escribía sobre la esposa del rey D. Pedro que se habría de enamorar de dña. Inés de Castro lo que acabó en una tragedia. En el último artículo comenta su visita al monasterio de Alcobaça, donde están enterrados ambos amantes, juntos para toda la eternidad. ES inevitable que haga algún comentario a veces jocoso, a veces irónico. Comenta también, respecto al idioma que tenemos un lenguaje tan hermano que nos entendemos muy bien y sólo encuentra una respuesta a la pregunta ¿por qué no hay contacto entre nosotros? O mejor, ¿por qué el contacto no es tan bueno como debiera ser? Y cree que se debe a "la petulante soberbia española" y a "la quisquillosa suspicacia portuguesa". La segunda parte se hace más densa y pesada. Tras contar sus visitas a varias ciudades españolas, diferencia entre turista y viajero: éste último viaja a pie, debe esta dispuesto a dormir en cualquier sitio y amoldarse a las pequeñas sorpresas que le tenga preparado el viaje. ES un libro que se lee bien hasta la parte de España, que se hace más lenta, a mí me pasó, por lo menos.Pero es interesante y merece la pena hacer un alto en la lectura de tanto título recién salido del horno.

hace 10 años