Piel de Cuervo no solo te atrapa desde la primera página: te arrastra con una fuerza arrolladora a un mundo donde cada decisión puede costarte el alma.

Con una protagonista tan rota como letal, esta novela es un viaje oscuro y adictivo que redefine lo que esperamos del fantasy contemporáneo.

Lhyss no es una heroína convencional. Es una llama envuelta en sombras, una mujer disfrazada de enemigo que se adentra en el corazón del Abismo en busca de venganza por una pérdida irreparable. Pero este no es solo un relato de venganza: es también una exploración de la identidad, del sacrificio y de los monstruos —tanto reales como internos— que todos debemos enfrentar.

Nía Blanco construye un universo tan vívido que casi puedes oler la humedad del Abismo y oír el crujir de las criaturas que lo habitan. Este inframundo es un despliegue de imaginación desbordante, tan visuales y opresivos que uno se siente atrapado con gusto en sus páginas. También el misterio del Príncipe Cuervo, las alianzas peligrosas y los secretos que hierven bajo la piel de cada personaje convierten la lectura en una experiencia inquietante y absorvente.

Y como en todo fantasy actual, el romance también tiene su papel en la historia y nos llega bajo el nombre de Kowl, el enigmático enemigo que irrumpe como un rayo en la tormenta. Su química con Lhyss es tan potente como letal, y será el punto de dicotomía entre el deber y el deseo, entre la guerra y el amor.

Y si el contenido es deslumbrante, la edición no se queda atrás. Tapa dura con cantos pintados en una mezcla hipnótica de negro y rojo que juega con la esencia del cuervo. Es una joya visual que refleja perfectamente la dualidad del libro: belleza y oscuridad, fuego y sangre.

Piel de Cuervo es una lectura obligada para quienes aman la fantasía oscura con personajes grises, giros inesperados y romances imposibles. Si te atraen los mundos crueles, los protagonistas heridos y las historias que no temen mancharse las manos de tinta y sangre, este libro está escrito para ti. No lo dudes: entra en el Abismo, solo los valientes (y los rotos) sobreviven. (Gloria Mª Martínez Tarazona, 18 de julio de 2025)