Conoceremos de primera mano la triste y dura infancia de la mismísima Helga, autora y protagonista. Nos encontramos en pleno asedio a Berlín, en la Segunda Guerra Mundial, donde la pequeña Helga y su hermano Peter son abandonados por su madre, para servir a la causa de Adolf Hitler lo cree más necesario e importante que cuidar y criar a sus hijos. Se hará cargo de ellos su padre y su segunda mujer, quien inmediatamente conecta con Peter y Peter con ella, pero no con Helga a quien tratarán sin ningún tipo de afecto, cariño y sin contemplaciones, en un mundo y momento donde lo más importante es el apoyo y la supervivencia. Una historia contada de forma implacable, sin rodeos ni adornos para suavizar la historia que es bastante dura y real. La pequeña Helga tuvo que luchar contra el hambre, el abandono, el abuso, el maltrato, por su propia supervivencia. Es una de las pocas voces que se alzaron a contar las vivencias de los alemanes desde dentro, cuenta su experiencia en el búnker de Hitler, como fue su presencia y sus sentimientos hacia él. Cuenta como el miedo y el terror se apoderó de ella, la diferencia de como vivían los partidarios del nuevo régimen y como muchísimos más sufrían sin remedio rodeados de bombas, hambre, sed, muertos, ... e hipocresía. Una obra autobiográfica que desde luego no te dejará indiferente.

La autora, en primera persona y con un estilo sencillo, nos cuenta sus primeros años de vida durante la Segunda Guerra Mundial. Una niña triplemente abandonada en su más tierna infancia, falta de cariño y que además del maltrato físico y psíquico, vive y sobrevive las miserias de una guerra, la hambruna, los bombardeos... También muestra la parte menos conocida de cómo vivieron la guerra los alemanes desde dentro, en este caso desde Berlín. Las descripciones del final de la guerra, la vida en los sótanos, las ruinas, los muertos, los miedos y la miseria absoluta son increíbles. Todo contado simple y llanamente, sin dramatizar.
No destacaría su calidad literaria, lo que impacta del libro es la vivencia personal que transmite. Considero que a quien ha vivido una experiencia semejante a la de la autora le es imprescindible expresarla de algún modo y analizarla profundamente, como hace Helga Schneider con sus libros. A mí me ha llegado al corazón la historia de esa niña, Helga, que pensaba, según sus propias palabras: "Obedecer sin pensar: ¡yo no podía aceptar semejante orden de nadie!" En mi opinión, un libro autobiográfico IMPRESIONANTE y que recomiendo vivamente.