Deslumbrante segunda parte de la vida de Nerón, un Nerón muy diferente al que conocemos tradicionalmente, un Nerón sensible y artista, al que se le achacaron desastres como el incendio de Roma o al que se le culpó de dedicarse a su cítara y sus carrerers de caballos sin preocuparse por el gobierno. La lectura es muy amena, aunque le sobran páginas, sobre todo cuando la autora se centra en su viaje a Grecia.
hace 2 años