Lissianna se ha pasado siglos suspirando por Don Perfecto, no quiere sólo un aperitivo rápido; y este chico tan sexy al que se encuentra en su cama podría ser el candidato idóneo. Pero hay otro tema, un asunto más urgente: su tendencia a desmayarse cuando ve algo de sangre… una rareza bastante molesta para un vampiro. Y por supuesto, no importa en absoluto que este hombre tenga un cuello con un aspecto delicioso. ¿Qué mujer-vampiro de sangre fría podría resistirse a un mordisco en ese cuello? El doctor Gregory Hewitt se recupera del shock de levantarse en la habitación de una desconocida al instante ––una vez que ve a la guapísima mujer que le arrastrará a una salvaje noche de pasión––. Pero ¿será posible que el buen doctor encuentre el verdadero amor en una fiera vampira, o simplemente será una comilona más? Ésa es una cuestión a la que el doctor Greg está dispuesto a hincarle el diente… si es que puede conseguir que Lissianna le muerda.