No siempre la historia se escribe sobre hechos reales: también lo hace sobre mitos, y en ocasiones sobre una mezcla difícil de distinguir entre ambos. Es el caso del Cid, un caballero del siglo XI que vivió en la frontera entre dos civilizaciones, la islámica y la cristiana, y entre dos mundos: el antiguo, basado en la economía del pillaje y el honor entre hombres, y el moderno, basado en la economía agrícola, el comercio y la lealtad hacia los reyes. Esta colisión trágica fue interpretada a lo largo de los últimos nueve siglos como el destino del héroe español por excelencia, la figura que logra destacar pese a las intrigas políticas tejidas en su contra. El personaje de la primitiva épica castellana se convierte en una de las piezas básicas del romancero, alcanzando un perfil seductor en los dramas barrocos europeos. En este libro, el conocido medievalista José Enrique Ruiz-Domènec empieza meditando sobre la película de Samuel Bronston y Anthony Mann y termina levantando el mapa de los sentimientos de un hombre singular. En medio, traza una serie de pequeños estudios, imaginativos, iluminadores y pedagógicos, sobre las estrategias literarias creadas en torno al Cid: desde el Carmen Campidoctoris, escrito en Barcelona, hasta el Cantar de Mio Cid, del que este año se cumple su centenario. Desde dentro de la ficción va surgiendo la verdadera vida de Rodrigo Díaz de Vivar, en un itinerario detectivesco en busca de la realidad histórica entre las mentiras literarias.