Primorosa novela.
Willa Cather logra trasladarnos a través de sus emocionantes recuerdos de infancia, al mundo desgarrador y vitalista de los primeros colonos que se asentaron en Nebraska.
Emigrantes procedentes mayormente de Escandinavia y la Europa del Este, que tuvieron que luchar fieramente para subsistir y prosperar entre llanuras, praderas e inhóspitos vergeles.
Con el cosquilleo inmaduro de la amistad confusa y el amor, llegarán las primaveras y los consiguientes veranos de ilimitados paisajes: En el que los maizales, los arroyos y los senderos plagados de girasoles, servirán como factor estimulante.
Los otoños ocres, y los inviernos de azuladas nevadas, ventearán sobre esas almas de inocencia atormentada.
La vida irá imponiendo poco a poco a cada uno su destino. Pero la nostalgia siempre será ese remanso de paz en la que refugiarse, cuando por momentos piensas que ya no te queda nada.
La memoria sacudida por la irrefrenable batida que acerca y aleja a la marejada.
hace 8 años
6
-2