Lo brillante de la novela de Francisco Martín Moreno radica en cómo narra los hechos que sucedieron, en este caso, cuando la Iglesia tomó el poder y trató de desviar el rumbo progresista de México. Nos narra un baño de sangre, el juego sucio de los conservadores contra los liberales quienes lucharon por un mejor país en donde la gente se guiaba más por lo que escuchaban en las homilías que por tratar de salir adelante. Nos muestra sin ánimos de ofender a la institución católica su lado oscuro, su parte retrógrada que solamente buscaba con afán enriquecerse con el diezmo dominical sin importar la pobreza que amenazaba al pueblo. Una de las novelas más sólidas del periodista mexicano quien con esta entrega sorprende más su valentía al narrar el infierno que vivía México en tiempos de la Constitución de 1857. No obstante, lo único que sí pediría al escritor sería extender más su redacción novelada ya que al estar cargada de datos históricos causa ese bochorno al lector al confundirse con una maraña de situaciones que son imprescindibles para asimilar las tretas de una de las instituciones más asesinas de la historia.
hace 8 años