La Guerra Civil es el primer acontecimiento bélico seguido por fotógrafos, que manejan pequeñas cámaras Leica de 35 mm en pleno fragor de los combates, y dejarán para la historia el testimonio gráfico de una contienda a la vez salvaje e idealista, con dos bandos irreconciliables, que optan por luchar hasta el último aliento de vida, prefiriendo la muerte a la humillante rendición.