Comienzan a aparecer viajeros asesinados en el Metro de Madrid. Roberto Hernán Carrillo, recientemente ascendido, se hace cargo de la investigación ayudado por: el Inspector Ignacio Dobles, especialista en homicidios. Luis Pinillas, dominador del campo de la informática, y una guapa Psicóloga, Esperanza Miró, asignada a la Comisaría para preparar perfiles de los sospechosos. Con el fin de poder detener a los criminales, ponen en marcha un dispositivo que abarca toda la red del transporte público, sin embargo, los asesinos continúan su labor, sembrando el pánico en cada una de las líneas del suburbano.