A través de un viaje por carretera de 6 días Stevens, el protagonista de la historia, nos lleva de la mano por su propio viaje introspectivo, por medio de sus recuerdos, sus percepciones y sus sensaciones.
Stevens ha desempeñado su trabajo como mayordomo, siempre con la mayor dignidad, y en virtud de este ideal se ha abocado totalmente a servir a su patrón, descuidando las relaciones importantes de su vida: su padre y miss Kenton.
Absorto en sus responsabilidades, Stevens ha perdido la habilidad de establecer vínculos afectivos, es incapaz de entender los sentimientos de los demás o de compartir los propios, y no logra vislumbrar su vida más allá del deber profesional.
Mediante un monólogo escrito en un lenguaje sencillo, pero elegante a la vez, Ishiguro cuenta una historia donde lo más valioso no es lo que se dice, sino lo que no se dice.
La lectura es también una invitación a reflexionar en el resto de nuestro día, o lo que es lo mismo, en el resto de nuestra propia existencia, y a no desperdiciar el momento presente para que, un día, al mirar atrás, podamos hacerlo con satisfacción, y no lamentemos reconocer que, irremediablemente, la vida se nos ha escapado de las manos.
hace 2 años
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