SALVAR EL MUNDO es una prueba para la que ninguna escuela de magia puede prepararte. Lo único que nadie menciona nunca dentro de la Escolomancia es lo que hará cuando salga. Ni siquiera el alumno de enclave más rico tentaría al destino de esa forma. Pero no soñamos con nada más que con la exigua posibilidad de cruzar las puertas y toparnos, contra todo pronóstico, con una vida por delante, una vida alejada de los pasillos de la Escolomancia. Ahora, ese sueño inalcanzable se ha convertido en realidad. He salido del colegio -todos hemos salido- y ni siquiera me ha hecho falta convertirme en una monstruosa bruja oscura para lograrlo. ¡Vaya con la profecía de muerte y destrucción de mi bisabuela! No maté a los miembros de enclave, sino que los salvé. Yo, junto con Orion y todos nuestros aliados. Nuestro plan para la graduación salió de maravilla: los salvamos a todos, convertimos el mundo en un lugar más seguro para los magos y devolvimos la paz y la armonía a todos los enclaves. ¡Ja, ni de broma! En realidad, todo se ha ido al traste. Otra persona se ha agenciado en mi lugar el proyecto de destrucción de enclaves y es probable que todos aquellos a quienes hemos salvado estén a punto de morir por culpa de la guerra de enclaves que se avecina. Y lo primero que debo hacer ahora, tras haber escapado milagrosamente de la Escolomancia, es dar media vuelta y hallar el modo de volver a entrar.